Decidir si te compensa un coche con etiqueta B ya no es solo cuestión de precio. Hoy entran en juego las Zonas de Bajas Emisiones, la Ley de Cambio Climático y tu forma de moverte por la ciudad. Vamos a ver cuándo te puede salir a cuenta, qué límites tiene y qué alternativas reales tienes sobre la mesa. Si buscas ahorrar en la compra y moverte por zonas sin restricciones, un coche con etiqueta B puede encajar. Las reglas están cambiando rápido y eso afecta a tu libertad de circulación, a los costes totales y a la reventa. La clave es anticiparte y comprar con cabeza. Qué significa la etiqueta B de la DGT y qué coches la llevan La etiqueta B identifica vehículos que cumplen normativas Euro anteriores pero aún aceptables. Hablamos de turismos y furgonetas ligeras gasolina matriculadas desde 2000 (Euro 3) y diésel desde 2006 (Euro 4 y Euro 5). Con todo, un coche con etiqueta B emite más que uno con etiqueta C, ECO o CERO. Hoy todavía puedes circular con normalidad en la mayoría de ciudades. El escenario futuro es más exigente y tu margen de uso urbano se irá estrechando, sobre todo en municipios medianos y grandes. ¿Merece la pena comprar un coche con etiqueta B en 2025? Pros y contras reales Si tu prioridad es el presupuesto, vas a encontrar un coche con etiqueta B por menos dinero. Suelen estar en la parte baja del mercado de ocasión y hay modelos fiables, con piezas baratas y mantenimiento sencillo. Para un uso ocasional o en zonas rurales, es una opción muy práctica. Los contras pesan cuando te mueves por ciudad: restricciones crecientes, costes ocultos y caída del valor de reventa. Tu decisión debe cuadrar con tu uso, tu lugar de residencia, el dinero disponible y la visión que tienes del futuro de la movilidad. Restricciones para coches con etiqueta B en Zonas de Bajas Emisiones Las ZBE ya condicionan la vida urbana de un coche con etiqueta B. Muchas ciudades han activado limitaciones de acceso, y otras las preparan. Esto no es puntual, es la tendencia regulatoria para los próximos años. Barcelona: horarios y condiciones para vehículos con distintivo B En Barcelona, desde 2020, si no estás empadronado o no tienes una justificación, los coches con etiqueta B no pueden circular por la ZBE de lunes a viernes, de 7:00 a 20:00. Existen autorizaciones puntuales muy tasadas, por lo que conviene planificar cada desplazamiento. Madrid: límites actuales y próximas fases dentro de la M-30 En Madrid, los coches B ya tienen acceso restringido al interior de la M-30, y la ciudad prevé endurecer los límites en el corto plazo. Si dependes del centro para trabajar o estudiar, un coche con etiqueta B te dará más quebraderos que soluciones. La Ley de Cambio Climático y el calendario: cómo afectará a tu decisión La Ley de Cambio Climático obliga a que, antes de 2026, todas las ciudades de más de 50.000 habitantes implanten ZBE. Eso reducirá la vida útil urbana de un coche con etiqueta B, incluso si hoy te mueves sin problema. Con todo, en pueblos y zonas sin ZBE el impacto será menor. Piensa en tu horizonte temporal. Si buscas varios años de libertad de movimiento en ciudad, conviene mirar alternativas; si solo necesitas cubrir un periodo corto, todavía puede cuadrarte. Costes ocultos de un coche con etiqueta B que debes considerar El precio de compra es bajo, pero hay gastos invisibles que suman. Un coche con etiqueta B consume más combustible y es menos eficiente energéticamente. También te expones a peajes urbanos, tarifas en ZBE y multas por entrar donde no toca. La reventa ya está bajando y caerá más con nuevas restricciones. Si controlas el uso y el tiempo en propiedad, puedes ajustar el coste total, siempre con un plan claro de salida. Impacto ambiental: emisiones de un coche con etiqueta B frente a C, ECO y CERO Un coche con etiqueta B emite más NOx, partículas y CO₂ que uno con etiqueta C o ECO. Eso afecta a la calidad del aire y al calentamiento global. Elegir menos emisiones no es una moda, es responsabilidad con tu salud y con las generaciones que vienen. Quien elige un coche hoy también expresa un modelo de ciudad. Apostar por circular sin restricciones a medio y largo plazo te da tranquilidad, cuida los pulmones y es una apuesta de futuro. Alternativas a un coche con etiqueta B: etiquetas C, ECO y CERO explicadas Si valoras la movilidad en ciudad y el ahorro a largo plazo, hay opciones más coherentes. Un coche con etiqueta B puede resolver el corto plazo, pero las alternativas ofrecen menos límites y ventajas claras. Etiqueta C: menos restricciones y menor impacto por un precio intermedio Los coches con etiqueta C incluyen gasolina desde 2006 y diésel desde 2014. Contaminan menos y tienen menos trabas en ZBE. No siempre entran a zonas hiperprotegidas, por lo que conviene revisar las ordenanzas de tu municipio. Etiqueta ECO: híbridos, GLP o GNC con ventajas fiscales y ZBE abiertas Los ECO emiten menos, acceden a la gran mayoría de ZBE y disfrutan de beneficios fiscales. Un híbrido o un GLP/GNC puede cuadrar si haces muchos kilómetros en ciudad. Con todo, estudia dónde repostar gas si te decantas por GLP o GNC. Etiqueta CERO: eléctricos e híbridos enchufables con acceso total Con CERO vas a poder acceder a zonas restringidas, aparcar gratis en muchos municipios y pagar menos impuestos. El precio inicial es más alto, pero se compensa con ayudas, menor mantenimiento y ahorro energético. Si recorres ciudad a diario, es la opción con más futuro. ¿Cuándo sí interesa un coche con etiqueta B? Casos de uso y horizonte temporal Tiene sentido cuando vives fuera de ZBE, lo usas poco, necesitas cubrir unos meses o tienes un plan de cambio a medio plazo. Un coche con etiqueta B puede ser tu puente hacia una opción más limpia sin descuadrar el presupuesto hoy. Compra siempre sabiendo sus límites y sin esperar una larga vida urbana. En cualquier caso, busca vendedores de confianza que informen con honestidad sobre rendimiento, documentación y estado. Cómo comprar con cabeza un coche con etiqueta B usado: checklist práctica Antes de pagar, define un plan de uso realista y calcula el coste total, incluidos peajes y posibles multas. Un coche con etiqueta B requiere previsión y números fríos para que no te salga caro sin esperarlo. Define uso y tiempo: marca cuántos kilómetros al año y por cuánto tiempo lo quieres. Revisa ZBE locales: comprueba horarios, perímetros y sanciones del municipio donde te mueves. Calcula gastos: estima consumo, aparcamiento, peajes urbanos y mantenimiento. Comprueba historial: antes de firmar, puedes pedir online un informe oficial del vehículo para verificar cargas y antecedentes. Planifica la salida: fija un precio objetivo y una fecha límite para vender antes de que pierda más valor. Tabla rápida: etiqueta B frente a C, ECO y CERO Etiqueta Acceso ZBE Emisiones Coste inicial Mantenimiento Reventa futura B Limitado y a la baja Alta (NOx, partículas, CO₂) Bajo Bajo/medio Descendiendo C Menos restricciones Media Medio Medio Más estable ECO Amplio acceso Baja Medio/alto Bajo/medio Sólida CERO Acceso total Muy baja Alto Bajo Alta Perspectiva 2030: qué futuro les espera a los coches con etiqueta B De aquí a 2030 verás más restricciones, posibles exclusiones de zonas enteras y nuevos peajes urbanos. La tendencia es clara: movilidad baja en emisiones y más barreras para el coche con etiqueta B. Eso impactará en costes de uso y seguirá hundiendo la demanda. Si tu prioridad es la libertad de movimiento, el ahorro a largo plazo y una ciudad más saludable, te conviene pasar a C, ECO o CERO. La transición es inevitable y elegir bien hoy te da ventaja mañana. Un coche con etiqueta B puede encajar como apuesta de corto plazo si vives fuera de ZBE o lo usas poco, pero no es estratégico si necesitas moverte por ciudad varios años. La Ley de Cambio Climático y las ZBE marcan el camino, y optar por alternativas C, ECO o CERO te asegura más libertad, mejor salud y ahorro sostenido en el tiempo. Resumir con ChatGPT Resumir con Gemini Volver a las noticias