Matrícula del coche: ¿cuándo se puede cambiar?

Desde septiembre del año 2000, donde se puso fin en nuestro país a las matrículas provinciales, para poder circular, todos los vehículos a motor, incluyendo los remolques y semirremolques de una masa autorizada por encima de los 750 kg, han de estar matriculados con las placas que incluyen la letra ‘E’ en la parte inferior de la insignia de la Unión Europea. 

Y es que la matrícula y el número de bastidor son los identificadores fundamentales de un coche.

Algunos tipos de matrículas

Las placas de matrícula más frecuentes son las que cuentan con el fondo blanco y los caracteres en color negro. No obstante, hay otras que tienen colores diferentes tales como el verde, rojo o amarillo y se aplican a distintos tipos de vehículos, así como también para placas temporales o de empresas.

A continuación, te las detallamos:

  • Vehículos en general. Las matrículas más frecuentes: fondo blanco y números y letras en negro.
  • Vehículos de transporte con conductor (VTC). Obligatoriamente, y con tal de diferenciarse del resto de vehículos, tienen que ser azules con los números y las letras en blanco.
  • Vehículos de Estado y de las administraciones. Dichos vehículos correspondientes, entre otros, al Ejército, a la Policía Nacional, aunque cuentan con letras negras sobre fondo blanco, tienen sus propias siglas (PGC, CNP…)
  • Remolques y semirremolques. Para estos tipos de vehículos son placas rojas y cuentan con 3 grupos de caracteres en negro.
  • Vehículos diplomáticos. Estas matrículas, adjudicadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y expedidas por la Dirección General de Tráfico (DGT), cuentan con diferentes letras CD, CC, OI…
  • Vehículos históricos. Para que un vehículo sea calificado como histórico ha de cumplir algunas condiciones como, por ejemplo, que alcance, por lo menos, los 25 años de antigüedad o que, a lo largo de su vida, haya participado en algún evento de cierta relevancia.

¿En qué casos se puede cambiar una matrícula?

A priori, solo se pueden dar dos casos que permiten un cambio de matrícula. Son los siguientes:

  • Sustitución por algún desperfecto (abolladuras, golpes, etc.) o robo. Se trata del caso más habitual, y basta con visitar un lugar especializado y hacer entrega de la correspondiente documentación (permiso de circulación y papeles del vehículo).
  • Cambio por modelo antiguo. Cuando la matrícula del coche cuenta con el diseño antiguo y las siglas de la provincia no se corresponden con las de la provincia donde estás empadronado. Para esta casuística, el proceso de sustitución no es tan sencillo como en el anterior, ya que se ha de acudir a una estación de la ITV con tal de obtener una nueva tarjeta.